El cuento de los tres cuycitos ilustra una valiosa lección sobre la importancia de la prevención y la planificación en la construcción. A través de las experiencias de Kisacha y Qhella, quienes desoyeron advertencias y sufrieron las consecuencias de sus decisiones imprudentes, se enfatiza que es fundamental informarse y seguir consejos sabios antes de edificar un hogar. En contraste, Jamut´aq, quien actúa con prudencia y busca orientación, logra construir una casa segura. La moraleja subraya que la preparación y el conocimiento son esenciales para protegerse de desastres naturales y garantizar la seguridad de uno mismo y de los seres queridos.